23 mayo, 2013

"Whatever happened, happened"


Durante mucho tiempo había oído diversas opiniones sobre esta serie. Todos opinaban que era una serie fuera de lo común, que cambió la forma de hacer televisión y que, por supuesto, les había marcado. Donde no todo el mundo estaba de acuerdo era en su polémico final: Unos decían que no podría haber acabado de otra manera, otros pensaban que la serie se merecía un final mejor. Hace unas semanas finalicé su visionado y logré ver en qué consistía la mayoría de las veces el conflicto entre los dos grupos. Al fin y al cabo no es más que el mismo que mantuvieron Jack y Locke durante mucho tiempo en la isla: La mente científica contra el acto de fe, aquellos que buscaban todas las respuestas y los que buscaron más allá. Eso es lo que hace maravillosa a esta serie, la cual no es más un cuadro abstracto que, dependiendo de lo que se busque en él, puede gustarte o no. Se trata de diferentes puntos de vista, que aunque nunca se pongan de acuerdo, son igualmente respetables.




La serie cuenta el día a día de los supervivientes del accidente del vuelo 815 de Oceanic en una isla misteriosa, en la cual suceden cosas fuera de lo común.

Leyendo este argumento, parece que la serie no es mucho más diferente que “Náufrago” o cualquier película sobre supervivencia. Sin embargo, según avanza la trama, la vida en la isla pasa a un segundo plano y toman protagonismo el trasfondo de los personajes y la temática ficción científica-fantástica-filosófica.

Así, la serie se mantiene en dos pilares muy importantes: Los personajes y el guión.

 


Un aspecto de esta serie que ha cambiado el modo de hacer televisión es la forma de tratar a los personajes. Es cierto que los personajes de Jack, Kate y Sawyer acaparan muchas de las historias que suceden a lo largo de las seis temporadas. Sin embargo, el resto de los personajes no quedan relegados a un segundo plano, sino que son una importante pieza del complejo puzzle que es “Lost”. Para hacer esto posible los guionistas dividen cada uno de los capítulos en dos partes que se van intercalando: Una parte se centra en la trama principal, y la otra en la historia de un personaje en concreto. Para esta última parte, usan el flashback, el flashfoward o el flash-sideway

Es prácticamente imposible elegir un solo personaje, y menos dedicarle unas líneas a cada uno de ellos (me eternizaría y seguramente os aburriría). Son personajes complejos, con su historia de fondo y su evolución.

Ese guión también aprovecha la isla para presentarnos diferentes situaciones y temas. Recuerdo mi cara de sorpresa cuando descubrí la estación del Cisne y cuál era su operario. Me emocioné cuando Desmond logra controlar los saltos en el tiempo llamando a su constante. No me olvido tampoco del último capítulo de la tercera temporada, con el desgarrador “We have to go back Kate” de Jack. Tantos sucesos que sirven de apoyo para tratar diferentes temas: El destino, el acto de fe, la importancia de las relaciones interhumanas… y un largo etcétera. 



“Lost” es, con una buena historia que contar y con una variada coral de personajes, una serie que recomiendo mucho ver. Voy a hacer una excepción y esta vez no voy a poner una nota, para así animar a todos a que disfrutéis de esta experiencia. 



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