14 junio, 2013

Se baja el telón en los cines Valle Inclán

                                                                                        

Hace unos días en La voz de Galicia podíamos leer una triste noticia: Los cines Valle Inclán cerrarán sus puertas el 30 de Junio. Ésta junto con la desaparición de los cines Compostela dejará a Santiago sólo con las salas del centro comercial “As Cancelas”. Yo llevo unos cuantos años viviendo en la capital gallega por mis estudios universitarios y sin duda alguna esta noticia me ha entristecido. Muchos de los estudiantes acudíamos a estos cines debido a su asequible precio y a su buena situación, teniendo ahora que gastar más dinero a causa del desplazamiento en transporte urbano y por el precio de las entradas en los multicines “As Cancelas”. Otro problema consecuencia de este hecho es que, al igual que pasó en Lugo tras el cierre de los cines Centro, Santiago se va a quedar sin la proyección de filmes independientes y menos conocidos, haciendo que muchos de los jóvenes y no tan jóvenes tengamos que recurrir a internet para verlos.



                                                                             
Aún no queda muy lejos cuando iba con mis amigos prácticamente todos los fines de semana para disfrutar de los últimos estrenos. Fue con la elevación excesiva de los precios de las entradas  cuando empecé a plantearme la racionalización de las veces en las que podía disfrutar de un filme en la gran pantalla. Así, yo no culparía a la piratería como principal causante del cierre de las salas sino como consecuencia del disparatado precio que convierte el cine en un lujo que no está al alcance de todos.  


Para terminar, esta noticia puede dar pie a una reflexión: ¿La intervención del gobierno a través de subvenciones a diferentes artistas y organizaciones beneficia o perjudica al negocio que es la cultura? Fuera de nuestro país los artistas no reciben ningún dinero del gobierno, se “ganan” el sueldo y el contribuyente no tiene que alimentar al hijo de Candela Peña o pagar los discos que David Bisbal no vende. A la hora de la verdad, organizaciones como la SGAE sólo dificultan el acceso a la cultura en vez de que llegue a todo el mundo, porque, sinceramente, una familia que se tenga que “apretar el cinturón” para llegar a fin de mes no va a pagar casi ocho euros para ir al cine. Desde mi punto de vista es precisa una cura de humildad en el gremio antes de cargar a la piratería con todos los demonios, viendo lo que se está haciendo mal y buscando alternativas.



                                                                              
Imágenes: La Voz de Galicia, El Correo Gallego y El Mundo.

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